miércoles, 4 de noviembre de 2015

En la cuna de Cervantes


Lo que más me llamó la atención de las visitas de ayer fue, en la casa de Cervantes, lo pequeñas que eran las camas. Dormían sentados porque tenían muchos problemas respiratorios y además tenían miedo a los braseros y así si había algún incendio les era más fácil escapar.
Arietta

1 comentario:

  1. Vaya, gracias a Arietta se una cosa del Cervantes que no sabía...

    ResponderEliminar